Artículo de opinión: “Orgullosos de todos nuestros médicos, de todos” firmado por namFYC, SEMERGEN, SEMG y Colegio de Médicos de Navarra.
Artículo publicado en Diario de Navarra (25/07/2020) en respuesta a los trabajadores del Servicio de Urgencias Extrahospitalarias.
Como representantes de las sociedades de Atención Primaria de Navarra namFYC, SEMERGEN y SEMG, y reunidos con los vocales de Atención Primaria y la Dirección del Colegio de Médicos de Navarra, hemos creído conveniente, también a modo de reflexión, aportar unas consideraciones al artículo firmado por trabajadores del Servicio de Urgencias Extrahospitalarias “Por encima de los aplausos, compromiso profesional con la población”.
En primer lugar queremos reconocer el magnífico trabajo que todos los profesionales sanitarios, y particularmente los médicos, han realizado en esta crisis sanitaria, magnífico trabajo que se sigue realizando en la actualidad en todos los ámbitos de la asistencia a nuestros pacientes. Y por eso no nos parecen justas ni prudentes algunas calificaciones reflejadas en el texto que, sin ser generalizadas, ponen en cuestión el trabajo actual de algunos Centros de Salud (no se concretan cuales). Creemos que expresiones como “atención francamente deficiente”, “falta de voluntad”, “falta de atención o negligencia”, “pacientes olvidados”, “caso omiso del deber de atención al paciente”… van más allá de una simple reflexión y pueden crear alarma social entre la población y a ella queremos dirigirnos.
No creemos que debamos recordar que la Atención Primaria (AP) es la piedra angular de nuestro sistema sanitario, pero a veces se nos olvida. Y durante la lucha contra la pandemia de la COVID-19, siendo toda la actividad de los profesionales ejemplar, también AP lo han sido y ello, como en otros ámbitos, a pesar de no disponer de medios suficientes; no había EPIs, mascarillas, ni métodos diagnósticos, con gran riesgo de contagio extensible a sus familias. De hecho, un gran número de profesionales sanitarios de la AP se han contagiado.
Su actividad se desarrolla en la detección precoz de casos, el control de contactos, seguimiento de casos leves y moderados y de los pacientes tras alta hospitalaria. También se han incrementado su carga con atención a pacientes de Residencias, distintas comunidades y nuevos centros residenciales habilitados. Y todo ello, sin desatender la demanda no demorable y urgente diaria. Y para poder realizar todo esto, muchos sanitarios se han visto obligados a prolongar sus jornadas, utilizar sus teléfonos y vehículos particulares para realizar los avisos a domicilio y, a día de hoy, sin ningún refuerzo y con sustituciones entre compañeros por las vacaciones estivales.
Hay que seguir recordando que la crisis sanitaria provocada por la pandemia COVID-19 ha supuesto un reto evidente para toda la profesión sanitaria, lo que ha obligado a un importante cambio organizativo desde un punto de vista asistencial y preventivo en todos los niveles asistenciales. La atención telefónica fue, inicialmente, un recurso útil de detección de diferentes situaciones de necesidad de atención o seguimiento de pacientes evitando contactos innecesarios que convirtieran a los Centros de Salud en focos de transmisión de coronavirus. Ese fin sigue vigente en la actualidad. Hay que tener en cuenta que, si bien el momento crítico se ha superado, la pandemia sigue latente y la dotación actual de recursos humanos y tecnológicos para una atención “mixta”, presencial y telemática, como parece que se está planteando, quizá no es todavía la adecuada para que se pueda cumplir ese objetivo, pero esa atención “mixta” está planeada en todos los niveles asistenciales, aquí y en el resto de nuestro país.
Es evidente la necesidad de dotar a nuestros profesionales, a muy corto plazo, de nuevos recursos humanos y tecnológicos para que puedan cumplir adecuadamente estos objetivos. Conscientes de la dificultad expresada por pacientes y profesionales, el pasado 21 de abril el Colegio de Médicos de Navarra y las sociedades de primaria que firman este documento y las vocalías responsables del Colegio de Médicos de Navarra (primaria, urbana y Tudela), realizaron conjuntamente una propuesta de medidas (algunas son comunes al colectivo médico en general) a corto y medio plazo que trasladaron a la Consejería de Salud. Contemplan aspectos como la participación de profesionales de AP en la toma de decisiones, la protección de sanitarios y pacientes, la necesidad de protocolos claros de seguimiento y alta de pacientes, la desinfección periódica de los centros de salud, la planificación en el control de crónicos, el refuerzo de plantillas, canales telemáticos para una comunicación ágil y efectiva entre AP y Hospitales y la mejora de la coordinación con Hospitalización domiciliaria, ámbito sociosanitario, Salud Pública, Servicios de Prevención de Riesgos Laborales y Salud Comunitaria.
Insistimos, la pandemia no ha finalizado. Hemos desescalado pero ahora nos encontramos con un incremento progresivo del número de casos, siendo en estos momentos la tercera comunidad en incidencia. Y en su control, es fundamental la labor de AP, por lo que demandamos los medios y herramientas necesarias para garantizar su función esencial de barrera de contención de la pandemia. Estamos orgullosos de todos nuestros médicos, de todos, y por supuesto también de los de Atención Primaria, de su labor cercana, a la cabecera del enfermo, pero también debemos aprender que el desarrollo tecnológico ha venido para quedarse, que la COVID ha cambiado nuestra forma de trabajar y de vivir, debemos aprovechar esta situación para intentar mejorar y dar un mejor servicio a los pacientes, finalidad de la existencia de nuestra profesión.
Firman: Javier Bartolomé (namFYC), Manuel Mozota (SEMG) Txema Vázquez (SEMERGEN), Juana Celay y Fernando Artal (Colegio de Médicos de Navarra).
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