Participa en la XXI Encuesta de la Semana sin Humo, que estará abierta hasta el 31 de mayo.
Un año más, la semFYC organiza la Semana Sin Humo, la campaña anual que llena los Centros de Salud de acciones para luchar contra el consumo de tabaco y todos sus problemas de salud asociados. La iniciativa está dirigida tanto a médicos y médicas como a pacientes para fomentar de forma coordinada la lucha contra el tabaquismo y la prevención de los problemas que conlleva. Este 2020 la semana llega a su XXI edición con el lema “Qué bello es vivir sin humo” para animar a todas aquellas personas fumadoras a intentar dejar de fumar, dado que esta decisión será lo más importante que puedan hacer por su salud, actual y futura.
Ante la COVID-19: Dejar de fumar es ahora más urgente que nunca
A pesar de estas fechas complicadas para todos, la semFYC pide tu colaboración ya que te necesita para diseñar acciones que sean efectivas y recoger datos relevantes de la población fumadora.
Este año, la Encuesta está enfocada a dirimir algunas de las cuestiones esenciales sobre el tabaquismo durante el confinamiento, y sobre la percepción que se tiene acerca de la utilidad de la financiación de fármacos específicos para dejar de fumar. Además también se cuestiona el papel de los cigarrillos electrónicos en el proceso hacia convertirse en exfumador/exfumadora o el grado de conocimiento que existe sobre la relación entre COVID-19 y Tabaquismo.
Campañas contra el tabaco a nivel internacional
Desde hace años se libra una auténtica batalla mundial contra el consumo de tabaco. La lucha es irregular dependiendo del país, de su nivel de desarrollo y del poder que tienen las empresas comercializadoras de tabaco para imponer sus campañas publicitarias. En ese sentido, en el #noticiassemFYC de 2016 la semFYC repasaba diferentes iniciativas audiovisuales y de marketing en contra del tabaco en el ámbito internacional. Entre las que más impacto tuvieron a nivel mundial, encontramos estas dos de Filipinas y Tailandia. En la primera, niños de no más de 10 años piden fuego por la calle para que un adulto les encienda un cigarrillo. Las reacciones de los adultos son, en algunos casos, sorprendentes.
