El viaje del Dr. Rodrigue Takoudjou: un médico camerunés en busca de la mejora de la atención sanitaria en Chad.
El Colegio de Médicos de Navarra ha liderado una iniciativa de Cooperación Internacional basada en la formación de un médico de un país en desarrollo en España, con el objetivo de darle a conocer los avances de algunos de los procedimientos en nuestro sistema sanitario y así trasladar estos conocimientos a su entorno laboral.
En un esfuerzo por mejorar la atención sanitaria en Chad, el médico Rodrigue Takoudjou, de origen camerunés pero formado en la Facultad de Medicina del Buen Samaritano en N’Djamena (Chad), emprendió un viaje de aprendizaje en España. A través de sus experiencias y los testimonios de otros personajes imprescindibles en esta historia, como el Dr. Jesús Alfaro, responsable de la Oficina de Cooperación Internacional del Colegio de Médicos de Navarra y pieza clave para llevar a cabo esta iniciativa, y la Dra. Carmen Sebastianes, miembro de la Sección de Cooperación Internacional del Colegio de Médicos de Cádiz y directora de la Sección de Cooperación Internacional del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, exploraremos los desafíos a los que se enfrenta el sistema sanitario en Chad, los esfuerzos para implementar mejoras significativas y algunos de los principales beneficios de unir la cooperación internacional con el ámbito docente.
El proyecto fue iniciado por cuatro instituciones: El Colegio de Médicos de Navarra, El Diario de Navarra, la ONG Alboan y el complejo hospitalario universitario del Buen Samaritano en Chad, con el objetivo general de traer a un médico de Chad a Navarra para una rotación de un mes en el área que sea de interés para los receptores de esta formación.
Para este primer año, de los tres que se va a desarrollar esta iniciativa, el hospital del Dr. Takoudjou en Chad eligió una rotación en urgencias generales. Específicamente, el objetivo de esta rotación en las urgencias del Hospital Universitario de Navarra (HUN) era ver y aprender la organización y el funcionamiento de un servicio de estas características en un gran hospital de España.
Entre las diferencias a destacar entre los sistemas sanitarios de los dos países, el Dr. Takoudjou pone de relieve tres elementos. El primero, la higiene: “La limpieza física me ha impresionado mucho. Calculé que con 400 pacientes que reciben diariamente en el HUN, se usan más de 1000 sábanas al día. Esto significa que el empeño y los medios que se invierten para conseguir la limpieza y la higiene es el primer nivel”. Parece normal la sorpresa del facultativo africano al observar estos recursos cuando, según explica, en su hospital, de 180 camas, hay un total de 12 médicos, de los cuales sólo tres son especialistas: un ginecólogo, un cirujano general y un urólogo. En segundo lugar, el facultativo resalta uno de los pilares de nuestro sistema de salud: la atención gratuita y universal: “Los primeros días de mi rotación, buscaba donde estaba la ventanilla donde los pacientes pagan por sus cuidados, y no la encontraba. Es un privilegio para los pacientes que pueden acudir al hospital en cualquier momento sin preocuparse por el dinero”. La última desemejanza destacada por el doctor camerunés respecto a sus hábitos laborales es la de los protocolos. “Me llamó mucho la atención ver los algoritmos y protocolos establecidos, y disponibles para gestionar los casos. Los médicos están muy bien formados, pero aun así no se basan exclusivamente en sus conocimientos propios”.
Sobre los principales problemas a los que se enfrenta el Dr. Takoudjou en su desarrollo laboral en Chad, el sanitario vuelve a señalar el pago de los pacientes por los servicios médicos: “Eso hace que muchos pacientes se queden sin atención y algunos mueran de enfermedades que se podrían curar fácilmente”. En esta misma línea, la falta de recursos en el país africano es otra gran debilidad de la que alerta el Dr. Takoudjou: “Por ejemplo, no tenemos escáner en nuestro hospital en Chad, solo hay un hospital en el país que lo tiene, y no siempre funciona. No tenemos análisis de gasometría, etc.”.
Para verificar la eficacia de este programa formativo, el Dr. Takoudjou nos explica algunos de los impactos directos que tendrá su formación para mejorar la atención sanitaria en Chad. “Lo primero, compartir lo vivido con mis colegas para intentar transmitir esas buenas prácticas que he observado y aprendido, siempre adaptándolo al contexto y a los recursos con los que contamos. El segundo impacto será en la construcción de nuestro edificio de urgencias, el ejemplo de Navarra nos ayudará mucho para el diseño del edificio, teniendo en cuenta los circuitos del paciente, según sea leve, grave o crítico”. Por último, el médico africano alude a la organización y gestión de los espacios y recursos como otro de los grandes aprendizajes que desea trasladar a su vuelta: “Más limpieza e higiene; reposicionamiento del material usado después de cada acto; los algoritmos de decisión y los protocolos; un triaje rápido y eficiente de los pacientes, así como la detección, análisis y resolución de los problemas en el servicio”.
Trasladar esta iniciativa a otras zonas de España
En cuanto a la posibilidad de llevar a cabo este proyecto en otras comunidades de España, el Dr. Jesús Alfaro asegura que en Navarra se ha logrado aunar, “sin mucha dificultad y con gran colaboración de todos”, a los organismos necesarios para llevar a cabo la beca: “A nosotros nos pareció un proyecto interesante y por ello estamos contentos con su desarrollo. Solo nos queda animar a otros organismos a implementarlo, ya que nuestra experiencia está siendo altamente positiva”.
Por su parte, la vicepresidenta del Colegio de Médicos de Cádiz lamenta que proyectos como este no se hayan desarrollado todavía con la participación total del colegio gaditano. Sin embargo, señala que acciones similares sí se han llevado a cabo en su comunidad: “Las ONGDs y Asociaciones Gaditanas sí han traído médicos y enfermeros de diferentes países, sobre todo africanos, con el objetivo de mejorar su formación académica”.
Además, la Dra. Sebastianes reconoce los innegables beneficios que conlleva la formación del personal de países en vías de desarrollo en España. “En este momento, el COM Cádiz, a través de su Sección de Cooperación Internacional, está trabajando en un modelo con algunas similitudes al desarrollado por el COM Navarra para que de esta forma pueda venir personal seleccionado, de forma reglada, a hospitales de la provincia de Cádiz”.
Sobre el posible efecto contraproducente que pudiera tener la formación del personal sanitario extranjero en nuestro país por la inequidad de recursos sanitarios entre España y el país en el que desarrolla su labor profesional, los responsables de cooperación de los colegios de médicos de Navarra y Cádiz coinciden en la necesidad de adaptar estas formaciones a las necesidades de cada terreno. “Está claro que hay especialidades que en principio no se contemplan en esos programas, por ser especialidades de hospitales de referencia como Cirugía Cardíaca. De todas formas, empecemos a caminar”, concluye la Dra. Sebastianes, quien coincide con la idea de su homólogo navarro: “Sabemos perfectamente y el becario conoce que muchas de las cosas que hacemos en nuestro medio son imposibles de desarrollar en sus lugares de origen por razones obvias. Pero otras muchas sí lo son. La formación nunca puede ser contraproducente si se sabe encauzar y utilizar”, concluye el Dr. Alfaro.
En conclusión, este proyecto de cooperación internacional y formación médica se perfila como un ejemplo destacado de cómo se pueden implementar mejoras significativas en la atención sanitaria en países en vías de desarrollo. A través del intercambio de conocimientos y experiencias, se pueden superar desafíos, fortalecer la formación médica y contribuir a la construcción de sistemas de salud más sólidos y eficientes.
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