La OMS informa de una mejora significativa de la salud en África.
Un informe de la Oficina Regional para el continente analiza los avances logrados en sólo tres años, entre 2012 y 2015, y las carencias que aún tienen los sistemas.
La salud africana ha experimentado en los últimos años una mejora significativa, con un incremento en la esperanza de vida saludable que ha pasado de los 50,9 a los 53,8 años entre 2012 y 2015, lo que supone el incremento más importante que se ha producido en ese periodo en todas las regiones del mundo.
Un informe recién publicado por la Oficina Regional para África de la OMS revela que, sin embargo, esta mejoría sólo podría mantenerse y aumentar si los países pudieran mejorar considerablemente la prestación de los servicios esenciales de salud que se prestan a la población más necesitada.
Para mantener y aumentar la mejoría hay que incrementar la prestación de los servicios esenciales de salud para la población más necesitada.
El informe, presentado por la doctora Matshidiso Moeti, directora de la citada oficina regional, señala también que las causas actuales de enfermedad de los africanos están cambiando.
Causas de mortalidad
Las principales causas de muerte de la región siguen siendo las infecciones respiratorias, el VIH y la diarrea, y los países han centrado sus hábitos en la prevención y tratamiento de estas tres enfermedades, a menudo a través de programas especializados. El resultado ha sido el considerable descenso de las muertes derivadas de ellas. Se ha reducido un 50 por ciento la carga que originaban las diez principales causas de mortalidad desde la década de los 2000, y las tasas globales de mortalidad han pasado de 87,7 a 51,1 muertes por cada 100.000 habitantes entre los años 2000 y 2015.
“Estoy orgullosa de que los africanos tengan vidas más largas y saludables; casi tres años extra de salud es un regalo que a todos nos enorgullece”, señala Moeti, aunque añade que “por supuesto, esperamos que estos logros continuen y la región pueda alcanzar los estándares globales“.
En cualqueir caso, el informe recuerda que una cobertura sanitaria universal no sólo requiere mejorar las condiciones prioritarias. Enfermedades crónicas como las cardiovasculares y el cáncer son responsables de cada vez más muertes en la población con edades comprendidas entre los 30 y los 70 años, con una de cada cinco muertes originadas por enfermedades no contagiosas.
Los países fracasan aún en proporcionar servicios esenciales a los adolescentes y a los ancianos.
Entre las carencias a destacar, los países están fracasando todavía en proporcionar los servicios esenciales para dos grupos de edad críticos: adolescentes y ancianos. A medida que la población africana envejece necesita más atención, y casi la tercera parte de los encuestados para el trabajo destacaron la ausencia total de servicios para los mayores en sus países. “En el pasado nos hemos centrado en enfermedades específicas que causaban un número desproporcionalmente elevado de muertes. Hemos tenido mucho éxito a la hora de frenar esas amenazas y la salud ahora se ve amenazada por una amplia variedad de enfemedades. Tenemos que desarrollar una nueva y más holística aproximación a la salud”, comenta Moeti.
Más profesionales, y proximidad
Junto a más y mejores inversiones en salud, la región necesita más centros sanitarios próximos a los pacientes y más profesionales: de media, hay sólo dos médicos y 15,5 camas hospitalarias por cada 10.000 habitantes.
En la actualidad, el 39 por ciento de los presupuestos de salud se destina a productos médicos, mientras que la inversión en profesionales sanitarios representa el 14 por ciento y en infrastructuras el 7 por ciento. El análisis revela, sin embargo, que los países que obtienen los mejores resultados invierten hasta el 40 por ciento en masa laboral y el 33 por ciento en infrastructuras.