¿Cómo ha afectado la pandemia de COVID-19 a los médicos autónomos de ejercicio privado? Entrevista con el Dr. Manuel Carmona, representante nacional de Médicos de Ejercicio Privado.
Más de un año después de la pandemia de COVID-19, la Sanidad privada sigue recuperándose. Su principal reivindicación, que se actualicen los baremos de las aseguradoras y se recoja el IPC de los últimos 30 años. Tal y como expone, en esta entrevista para el Especial de Navidad de “MédicosyPacientes”, el Dr. Manuel Carmona Calderón, Representante Nacional de Médicos de Ejercicio Privado del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), “es necesaria una mesa de negociación entre médicos, aseguradoras y centros hospitalarios para fijar unos baremos ajustados a la realidad y a Europa”.
Más de un año después. ¿Cómo ha afectado la pandemia de COVID-19 a los médicos autónomos de ejercicio privado?
Durante los primeros meses de la pandemia en 2020, y sobre todo durante el confinamiento, la actividad sanitaria se redujo solo a la atención urgente. Algunas especialidades prácticamente no tuvieron actividad, lo que en el caso de los autónomos se traduce directamente en disminución de ingresos, que en muchos casos les ha generado problemas financieros.
Además los precios del material sanitario se dispararon durante todo 2020 llegando a multiplicar su precio varias veces: guantes, alcohol, mascarillas…. aumentando mucho los costes.
A su vez, las aseguradoras no han querido tener en cuenta los problemas generados por esta situación y no han considerado aumentar sus baremos a pesar de la penosa situación en que se han visto envueltos los profesionales.
¿Considera qué se ha recuperado el sistema sanitario privado?
Probablemente no del todo aún, pero se va normalizando.
El parón de actividad que ha supuesto el periodo de confinamiento por el covid-19 y el posterior empleo de medidas de protección se han traducido en un aumento de listas de espera de consultas, pruebas diagnósticas y cirugía, que lentamente se van reduciendo.
El riesgo para la salud de los profesionales que ha generado el covid, si bien atenuado por la vacunación, ha dado lugar a que algunos de los médicos que no han tenido que dejar la actividad privada por causas económicas si lo hayan hecho por miedo a comprometer su salud o la de sus familiares. Otros han disminuido su actividad en las situaciones que requieren mayor exposición. Todo ello genera disminución en la oferta de médicos al sistema privado, lo que hace difícil que la recuperación pueda ser completa.
¿Cómo ha afectado a la sociedad?
La sociedad se ha ido moviendo a impulsos, de forma ondulante. Inicialmente cundió el pánico y los sanitarios éramos héroes. Tras la primera ola volvieron las aglomeraciones y los sanitarios quedamos en el olvido. Las sucesivas olas han ido modulando este efecto cada vez con menos intensidad.
La economía también se ha resentido de forma importante, con afectación variable dependiendo de los diversos sectores.
El miedo generado por los medios de comunicación, contando muertos y contagiados a todas horas, junto a las medidas de confinamiento decretadas por el gobierno –vulnerando los derechos constitucionales- así como normas absurdas propuestas supuestamente por el inexistente comité de expertos, como llevar mascarilla estando solo en el campo, están generando una sociedad acrítica y aborregada, incapaz de emplear la lógica y sobreponerse al miedo.
El relato político ha sustituido al relato científico.
¿Qué medidas considera más urgentes a implementar este año?
A nivel legislativo una ley de pandemias que de seguridad jurídica a las medidas que haya que tomar y unifique criterios entre comunidades lo considero imprescindible. Mantener 6 meses de estado de alarma y no haber legislado al respecto ha sido una tremenda negligencia del gobierno.
Respecto de la medicina privada, es necesaria una mesa de negociación entre médicos, aseguradoras y centros hospitalarios, con la supervisión de las autoridades sanitarias que fijen unos baremos ajustados a la realidad y nos equiparen al entorno europeo. Los médicos deben ser una pata esencial de esa mesa.
¿Cuál es la mayor reivindicación que se hace desde la vocalía?
El reparto de costes de la pandemia no ha sido equitativo en todos los estamentos de la sanidad privada. Las aseguradoras disminuyeron sus costes por el cese de la actividad, pero siguieron cobrando las pólizas, mientras que los sanitaros siguieron atendiéndoles los casos urgentes pero con una disminución enorme se la actividad y de los ingresos.
Sin embargo y a pesar que desde la OMC se solicito a las aseguradoras que se retribuyesen un porcentaje mínimo a los profesionales en función de la actividad anterior, ninguna lo ha realizado. Es más, en la post-pandemia pretenden seguir con los mismos baremos y retribuciones que antes, como si nada hubiese pasado.
La principal reivindicación de la vocalía es una actualización de los baremos de las aseguradoras que recoja el IPC de los últimos 30 años (en torno al 125%), o en su defecto pasar a un sistema de reembolso en el que los médicos fijemos libremente los costes de nuestras consultas y las aseguradoras reembolsen a sus asegurados lo que tengan acordado en sus contratos.
Los sacrificios que hemos realizado los médicos durante la pandemia del covid-19 deben valorarse para marcar un antes y un después en la relación con las aseguradoras.
¿Qué opina del Sistema de Receta Electrónica Privada del CGCOM?
En mi opinión esta funcionando correctamente y no ha generado problemas destacables, si bien creo que no esta muy extendido entre los profesionales.
¿Qué más se puede hacer desde el CGCOM en defensa de estos profesionales?
Creo necesario la puesta en práctica por parte del CGCOM de algunas de las propuestas de solución a los problemas del colectivo que se expusieron por parte de José Carlos Páez, abogado experto en competencia, que llevo el estudio encargado por la vocalía sobre las condiciones de competencia en el mercado del ejercicio privado de la medicina, en el sentido de plantear las denuncias que recomienda a las prácticas abusivas detectadas por parte de las aseguradoras y grandes grupos hospitalarios.
Ya que el CGCOM por la ley ómnibus no puede participar directamente en temas económicos, si puede favorecer que se creen asociaciones profesionales que los defiendan.
Al igual que las aseguradoras tienen su patronal (UNESPA) y los centros sanitarios la suya (ASPE), los médicos autónomos estamos tratando de crear la nuestra (UNIPROMEL) para tener más fuerza en la negociación con las anteriores ya que actualmente tenemos que negociar a nivel individual en una situación de poder tremendamente asimétrica.
Por ello esperamos que el CGCOM reconozca a UNIPROMEL como patronal de los médicos autónomos, la apoye y facilite su conocimiento entre los médicos de ejercicio privado.
También creo que sería de ayuda integrar con la intermediación del CGCOM mediante algún tipo de concierto al colectivo de médicos autónomos en organizaciones representativas del sector como ATA.
¿Qué diferencias se encuentra a la situación de estos profesionales con respecto al entorno europeo?
Abismales.
En el resto de Europa los baremos se fijan entre las aseguradoras y las sociedades médicas con la intervención del estado, y por tanto van acordes con los costes y nivel profesional.
En España son las aseguradoras quienes unilateralmente fijan los baremos (es el pagador el que fija el precio), situación insólita en el mercado europeo y que ha llevado a que 30 años después tengamos los mismos baremos que fijó la OMC en 1990.
Es una de las reclamaciones que el CGCOM debe hacer ante las instituciones europeas, para que las asociaciones profesionales puedan ser participes de esta negociación.
