Conclusiones del I Foro Sanidad, Medicina y Ciudadanía:
“Si no transformamos el sistema sanitario no será sostenible en el tiempo”.
“Es necesario aumentar, de forma decidida, la capacidad de autogestión, reduciendo la rigidez normativa y la burocratización”.
“Apostamos por la creación de áreas integradas como herramienta fundamental para evitar la fragmentación de la asistencia sanitaria”.
“La profesión médica tiene dos características en su ADN: liderazgo y gestión”.
Profesionales, gestores de la Salud, expertos en gestión y planificación sanitaria, consejeros y exconsejeros de Sanidad, gerentes y directores de Salud autonómicos, presidente y vicepresidente de la Organización Médica Colegial (OMC), han participado durante los días 17 y 18 de octubre pasados en el I Foro Sanidad, Medicina y Ciudadanía, organizado por el Colegio de Médicos de Navarra. El Foro, que ha reunido a actores de primera línea, fue inaugurado por la Ministra de Sanidad Consumo y Bienestar Social del Gobierno de España en funciones, María Luisa Carcedo, y clausurado por el exministro de Economía y Hacienda, Cristóbal Montoro.
El Dr. Alberto Lafuente, vicepresidente primero del Colegio de Médicos de Navarra y coordinador del Foro, cerró este espacio de debate subrayando que “ha sido el punto y seguido de un proceso reflexivo que continuará en los meses siguientes con la organización de foros monográficos y con el fin último de posicionar al paciente en el centro de nuestro sistema sanitario”.
El Dr. Lafuente concluyó el Foro con la exposición de las siguientes conclusiones:
Conclusiones del Foro
- Debemos luchar por la innovación disruptiva de modelos asistenciales de gestión y organizativos. Es importante cambiar el modelo asistencial, contando con todos los agentes sociales. Este cambio deberá ir ligado al liderazgo clínico. -Es imprescindible potenciar la descentralización para adaptarse a las necesidades locales, de tal forma que se puedan implementar muchos modelos válidos pero todos ellos deben tener las características de flexibilidad en la organización y ser exigentes en los resultados. -Queda muy claro que si no transformamos el sistema no será sostenible en el tiempo, por lo tanto, tenemos un reto que debemos empezar hoy mismo. La transformación del sistema debe ir acompañada de la transformación de la gestión.
- Sostenibilidad, excelencia y gestión. Para ello: –Debemos abordar de forma valiente y verdadera la cronicidad. -Ser eficientes y eficaces, demostrando la excelencia. Avanzar en los mejores sistemas de información para trabajar en red y analizar nuestros resultados. -El personal sanitario es el pilar de nuestro sistema, es el talento de alto nivel, pero debemos buscar estímulos e incentivos. La meritocracia es un modelo incentivador y transparente que puede ayudar a la discriminación positiva. -Es preciso analizar la demografía médica para poder planificar el futuro y potenciar las políticas de capital humano.
- Atención integrada. Se deben rediseñar nuevamente nuestros procesos con la creación de áreas integradas como herramienta fundamental para evitar la fragmentación de la asistencia sanitaria, ya que tratamos personas y no enfermedades, evitando la discriminación letal. No se debe seguir manteniendo la separación de la salud poblacional y la salud aguda porque es un continuo.
- Profesionalización de la gestión supone la búsqueda de los mejores para obtener los mejores resultados de salud. Debemos concentrar el conocimiento experto y acreditarlo. Considerar la ética como pilar fundamental en gestión, porque sin ética y sin valores no puede existir gestión. La humanización, calidad y responsabilidad son también variables necesarias en la gestión. La transparencia y la valoración de los resultados de salud debe ser el eje vertebrador, y el buen gobierno nuestro manual de mesa.
- Necesitamos capacidad de gestión del cambio. Para ello hay apostar por hacer gestión de personas y evitar la administración de personas. El sistema debe facilitar el liderazgo, la comunicación, la participación, la responsabilidad y la exigencia si queremos que nuestro sistema se mueva bottom up. O avanzamos con talento propio o los cambios serán realizados por los extrarradios.
- Sería necesario intentar un pacto de cohesión y un Consejo Interterritorial vinculante.
- El conocimiento histórico para la elaboración de la Ley Foral de Salud nos ayuda a entender cómo ha evolucionado la sanidad en estos años. La introducción de normas que aumentan el control por parte de función pública/intervención, ha llegado a un punto que hace inviable actualmente la capacidad de gestión eficiente. Somos conscientes de que con la actual Ley Foral de Salud, sin la interpretación cada vez más limitante de la norma, se podría haber avanzado de forma más robusta para adaptarnos a las nuevas necesidades de la sociedad.
- Es necesario aumentar, de forma decidida, la capacidad de autogestión, reduciendo la rigidez normativa y la burocratización, si queremos un sistema vivo y dinámico, dirigido por profesionales sanitarios y que pueda asumir los nuevos retos de la gestión, con rendición de cuentas.
- El objeto del cambio de la Ley Foral es ordenar, configurar y preparar el sistema de salud para afrontar los retos demográficos, epidemiológicos, tecnológicos y de gestión; y para cumplir su misión de promover la salud individual y comunitaria y garantizar los derechos a una atención universal, sostenible, equitativa y de calidad de las generaciones actuales y venideras.
- La ciudadanía debe ser corresponsable de los cambios del Servicio Nacional de Salud. Es un proyecto nacional común dotado de legitimidad. Debe seguir avanzando y blindando la universalidad y equidad.
- La profesión médica tiene dos características en su ADN: liderazgo y gestión.
- Los que dicen que es imposible no deberían molestar ni interrumpir a los que estamos intentándolo (Thomas Edison).