“Está en tus manos prevenir la sepsis en la atención sanitaria”: 5 de mayo, Día Mundial de la Higiene de Manos.
El Departamento de Salud del Gobierno de Navarra recuerda a los y las profesionales sanitarios y a la ciudadanía en general la importancia de mantener una higiene de manos adecuada para la reducción de infecciones en el ámbito sanitario y para combatir la resistencia a los antibióticos, considerada uno de los mayores riesgos para la salud a nivel mundial.
El Departamento de Salud se suma un año más a la campaña “Salva vidas: límpiate las manos” que promueve la Organización Mundial de la Salud (OMS) con motivo del Día Mundial de la Higiene de Manos, que se celebra este sábado, 5 de mayo. Este año, la jornada pone el foco en la prevención de las infecciones graves en el ámbito sanitario, bajo el lema “Está en tus manos prevenir la sepsis en la atención sanitaria / Zure esku dago sepsiaren prebentzioa arreta sanitarioan”.
Desde los servicios de Medicina Preventiva, Prevención de Riesgos Laborales y Atención Sanitaria al Paciente del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O) se recuerda la importancia de los “cinco momentos” en los que se considera clave el lavado de manos por parte de los y las profesionales sanitarios: antes del contacto con cadapaciente o de iniciar una tarea aséptica; siempre después de tocar sangre, líquidos corporales, mucosas o piel del paciente; en un mismo paciente, si se pasa de una zona contaminada a otra limpia, para evitar contaminaciones cruzadas; después de tocar objetivos del paciente; e inmediatamente después de quitarse los guantes, antes de entrar en contacto con otra persona.
En el ámbito profesional, se distingue el lavado con agua y jabón higiénico (con jabón neutro) o con jabón antiséptico (con jabón con clorhexidina o povidona yodada que alarga el efecto bactericida y fungicida, en servicios de alto riesgo o que requieran la máxima desinfección). En caso de manos visiblemente limpias, la alternativa ideal es la utilización de soluciones de base alcohólica.
Como precauciones, se recomienda cuidar las manos usando regularmente crema o loción protectora, mantener las uñas cortas y limpias, evitar el uso de joyas, no usar agua caliente por peligro de dermatitis, no efectuar trasvases de jabones ni rellenar envases y asegurarse de que las manos están bien secas antes de colocarse los guantes. Se recuerda además que el uso de guantes no reemplaza la higiene de manos y que utilización de soluciones de base alcohólica no es apropiada cuando las manos están visiblemente sucias o contaminadas, en cuyo caso es necesario usar agua y jabón.
Recomendaciones para la población general
El Departamento de Salud hace extensiva la recomendación de mantener una adecuada higiene de manos al resto de la población, tanto en su contacto con espacios sanitarios como en su rutina diaria. Mantener una correcta higiene de manos está considerada la medida de prevención más simple y eficaz para evitar infecciones, dada su fácil aplicación y bajo coste. Cabe destacar que evitar la propagación de infecciones reduce la necesidad de recurrir a antibióticos para tratarlas, lo que a su vez contribuye a frenar la generación de microorganismos multirresistentes a estos medicamentos. De ahí la relación directa que se establece entre el lavado de manos y la reducción de la resistencia a estos fármacos.
En el ámbito hospitalario, se recomienda a la ciudadanía la higiene de manos al entrar y salir de ver a una persona ingresada, antes y después de ayudar al paciente en su higiene diaria o a darle de comer y antes y después de tocar una herida, apósito o vendaje, así como tras entrar en contacto con sangre, orina u otros fluidos de personas convalecientes.
Una correcta higiene de manos reduce considerablemente la posibilidad de contagio de diarreas e infecciones respiratorias. Como rutina diaria, la recomendación general es lavarse con frecuencia, especialmente tras acudir al baño, antes de manipular alimentos y antes y después de tratar una herida o atender a una persona enferma. También se aconseja el lavado de manos después de toser, estornudar, sonarse la nariz, tocar basura, cambiar pañales, tocar animales o superficies y objetos que puedan estar contaminados (teléfonos móviles, manillas de puerta, teclados de ordenador, barandillas, interruptores, etc.).
Usar solamente agua para lavarse o no secarse bien son errores que reducen la eficacia del lavado de manos. Para un lavado correcto, se recomienda usar agua tibia y jabón, preferiblemente líquido, que se considera menos contaminable que el jabón en pastilla, en el que es más fácil la acumulación de humedad y microorganismos. Se debe lavar a fondo toda la superficie de las manos incluyendo muñecas, palmas, dorso, dedos, así como cepillar bien debajo de las uñas. Se aconseja frotar las manos enjabonadas durante al menos 15 segundos, enjuagar bien y secar utilizando una toalla de papel desechable, un secador de aire o una toalla de tela (solo en el hogar particular). Se recomienda no usar agua excesivamente caliente, para evitar irritaciones y quemaduras, y mantener las uñas bien cortadas y limpias.