Tres médicas navarras en la historia de las ‘Mujeres Pioneras en la Medicina Española’: Juana García Orcoyen, Ascensión Áriz y Mª Teresa Fortún.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, el Consejo General de Médicos (CGCOM) ha editado el libro ‘Mujeres Pioneras en la Medicina Española’, que recoge la biografía de 134 mujeres, entre las que se encuentran tres navarras: Juana García Orcoyen (1901-1983), primera mujer navarra licenciada en Medicina, en el año 1925; la pediatra Ascensión Áriz Elcarte (1911-1983), primera médica colegiada en Navarra, en el año 1935; y Mª Teresa Fortún Pérez de Ciriza, primera presidenta del Colegio de Médicos de Navarra de 2008 a 2015.
El libro, que ha sido prologado por la ministra de Sanidad, Carolina Áreas, es un homenaje a las primeras mujeres que formaron parte de los colegios de médicos de nuestro país, así como a aquellas médicas que han ido derribando barreras en ámbitos científicos, políticos o sociales.
En la presentación del libro en Madrid, la ministra de Sanidad ha agradecido al Consejo General de Médicos la publicación de esta obra porque “acciones como éstas tienen un valor trascendental” en referencia a la creación de referentes en la profesión médica y porque “marcan el camino a nuevas generaciones para seguir avanzando hacia una sociedad más igualitaria e inclusiva”. Asimismo, ha destacado que, tal y como reflejan los estudios del Observatorio de Género y Profesión del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, “las mujeres son mayoría en las facultades de Medicina y en el ejercicio de la profesión, siendo absolutamente superior el número de mujeres en edades inferiores a los 45 años. Para que estas cifras tengan reflejo en los puestos de dirección y representación ocupados por mujeres, debemos perseverar e impulsar medidas con el objetivo de que la representación de las mujeres en la profesión médica sea acorde con los avances en igualdad de género en la Medicina”.
El libro está dividido en cinco capítulos principales: primeras mujeres médicas, mujeres en los Colegios Oficiales de Médicos, mujeres presidentas (21 en total), mujeres en el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, y otras pioneras entre las que se encuentran la Dra. María Castellano Arroyo, primera catedrática de Medicina Legal y Forense en España, la Dra. Ana Betegón Sans, primera médica en dirigir un hospital de la Defensa en España, y las tres ministras de Sanidad que son médicas: Ana Pastor Julián, Luisa Carcedo Roces y Carmen Montón Giménez.
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Juana García Orcoyen (1901-1983)
Según recoge el Dr. Jesús Elso en su libro “Un paseo por las calles de nuestros médicos”, editado por la Fundación Colegio de Médicos de Navarra (2006), la Dra. Juana García Orcoyen fue la primera mujer navarra que obtuvo, en 1925, la titulación de licenciada en Medicina. Nació en Esténoz (Navarra) en 1901 y fue la hija mayor del médico titular del Valle de Guesálaz Juan García Ilurre y Amanda Orcoyen Juanmartiñena.
Para facilitar los estudios de sus hijos, el matrimonio decidió trasladarse a Madrid, donde Juana inició la carrera de Medicina en San Carlos. Su hermano Jesús, posiblemente aconsejado por su padre para que su hermana no acudiese sola a la Facultad, renunció a su vocación de ingeniero y se matriculó también en Medicina, convirtiéndose en uno de los médicos navarros más destacados del siglo XX y que promovió la creación del Hospital de Estella en Navarra, que lleva su nombre.
La Dra. García Orcoyen realizó prácticas en el Hospital General de Madrid y en los laboratorios de la Junta de Ampliación de Estudios. Destacó como una alumna excelente y, una vez titulada, fue profesora agregada del Hospital General de Madrid junto a su hermano Jesús.
En la facultad de Medicina de San Carlos conoció al que sería su marido, Álvaro López Fernández, con el que se casó en Madrid en el año 1932. Posteriormente, el matrimonio se trasladó al Sanatorio Marítimo de la Malvarrosa, en Valencia, donde Álvaro ejerció como director y Juana compaginó la Medicina con la crianza de sus dos hijos: Álvaro y Juanito.
Al estallar la guerra civil y mientras su marido prestaba servicios como cirujano en el frente de Teruel, Juana y sus hijos permanecieron en la Malvarrosa protegidos por las milicias anarquistas de la Columna de Hierro hasta su traslado posterior a su clínica privada de la calle Colón en Valencia. Tras la contienda civil, Álvaro López fue condenado a muerte, pero la sentencia fue revocada en 1939. Hasta 1944 estuvo inhabilitado y Juana García Orcoyen pasó a figurar como titular de la consulta privada.
La familia sufrió otro duro golpe con el fallecimiento del hijo mayor, Álvaro, durante una epidemia de tifus en 1944. El nombre del hijo pequeño, Juan, fue modificado en el Registro Civil por el de Álvaro. Juana, profundamente afectada, se dedicó por entero a su familia, pero su vocación médica le hizo volver a la clínica, como ayudante y gestora hasta la muerte de su marido en 1974.
A principios de los años 70, Juana sufrió una fractura de cadera y, aunque fue operada con éxito por su marido, padeció dificultades de movilidad hasta su muerte, el 29 de noviembre de 1983, a causa de una insuficiencia cardíaca. Meses antes de su fallecimiento, el 10 de enero de 1983, escribió una carta dirigida al entonces presidente de la Diputación Foral de Navarra, Juan Manuel Arza, en la que manifestó su deseo de ceder los documentos académicos de su carrera, “en cuanto puedan servir como datos para documentar la pequeña historia de mi tierra con relación a la promoción de la mujer”. En su carta afirmaba además que, a pesar de vivir desde hace muchos años fuera de Navarra, “no he podido olvidarme de mi tierra, en donde viví los años de mi niñez y juventud” y donde despertó su deseo de “ser médica en una época en que la mujer no había llegado a la universidad”.
Juana García Orcoyen está enterrada, junto a su esposo e hijo, en el cementerio General de Valencia. Sus padres, Juan y Amanda, lo están en el cementerio del Cabañal, cercano a la Malvarrosa.
La Dra. García Orcoyen era una persona alegre, optimista y de una gran fuerza de voluntad, lo que le ayudó a superar los prejuicios que existían en aquellos años en España y que dificultaban que una mujer accediese a una carrera y profesión que estaba copada, casi de manera absoluta, por hombres.
El Ayuntamiento de Pamplona, con fecha del 10 de enero de 2005, adoptó la resolución de asignar con su nombre una nueva plaza ubicada en el barrio pamplonés de San Jorge.
Ascensión Ariz Elcarte (1911-1983)
La historiadora María Dolores Martínez Arce en su libro la “Historia del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Navarra (1899-2000)”, editado por la Fundación Colegio Oficial de Médicos de Navarra (2001), documenta que Ascensión Ariz Elcarte fue la primera médica colegiada en el Colegio Oficial de Médicos de Navarra en el año 1935, con el número 633, y una gran referencia de la época.
Nació en Pamplona en 1911, estudió Medicina en Madrid y la especialidad de Pediatría y Puericultura entre Madrid y Zaragoza. Su hermano José Áriz fue Depositario Municipal del Ayuntamiento de Pamplona.
Al inicio de su práctica profesional, fue Puericultora en el Instituto de Higiene, interviniendo en las luchas contra epidemias y en las campañas de vacunación; en una fase posterior llegaría a dirigir el servicio de Pediatría en la Residencia Virgen del Camino de la Seguridad Social colaborando en la formación de nuevos pediatras; asimismo atendió con mucho éxito su consulta privada.
Su labor como profesional no se limitó a la práctica médica sino que también impartió conferencias y publicó en el año 1950 un artículo académico en Acta pediátrica española. Ejerció durante años su profesión en el Consultorio Municipal de Niños de la calle Jarauta y también tuvo consulta privada abierta en la pamplonesa Plaza Príncipe de Viana, como aparece en el listado de profesionales que ejercían en Navarra en el año 1952.
La historiadora Martínez Arce destaca que “durante décadas se ocupó de atender a muchos niños y niñas de Pamplona aquejados de las más diversas dolencias motivadas por las condiciones de la época: la guerra y la dura posguerra con sus secuelas de raquitismo, trastornos intestinales y problemas dermatológicos (eczemas y samas) debidos a las deficientes prácticas higiénicas, el frío y duro invierno pamplonés con proliferación de problemas respiratorios, periódicas epidemias, infecciones, etc. paliados, en parte, a partir de 1947 por la autorización de la venta de penicilina mediante receta especial que vendían los Colegios Médicos, aunque en la irrisoria proporción de 600.000 dosis. Años en los que el índice de mortalidad infantil seguía siendo estremecedoramente alto”.
Fue la época en que el popular Padre Carmelo ponía en marcha su “operación cunas” y la Junta del Colegio de Médicos elevaba su voz para conseguir medicinas, provisiones -los famosos cupones de racionamiento- y algunos otros bienes para la colegiación y, muy especialmente, para sus pacientes a los que debían atender en condiciones precarias. Lograron cupos de azúcar, aceite, harina, alimentos infantiles y jabón que se repartían a médicos y que luego distribuían entre sus asegurados, lo que supuso “un trabajo ímprobo y disgustos sin cuento”. Todo ello contribuyó a la mejora progresiva de la salud de la sociedad navarra de la época, especialmente de su infancia.
Ya jubilada, falleció atropellada por un coche en 1983.
María Teresa Fortún Pérez de Ciriza
María Teresa Fortún es natural de Cárcar (Navarra). Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra en 1981. Es doctora en Medicina, cum laude, por dicha Universidad en 1995, con la tesis “Reactantes de fase de actividad y parámetros relacionados en la evolución del carcinoma de colon”. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y Máster en Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad Pública de Navarra.
En su actividad académica es profesora asociada de la Universidad de Navarra, profesora del Experto de Enfermería de Urgencias de la Universidad Pública de Navarra y de cursos de doctorado en Medicina de la Universidad de Zaragoza. Además, ejerció como evaluadora de formación de SEAFORMEC (Sistema Español de Acreditación de la Formación Médica Continuada).
Su actividad profesional se inició en los años 1982-84 como médica de Atención Primaria en Lodosa y Pamplona y en el Servicio Especial de Urgencias en Burlada-Villava y Pamplona. Posteriormente, obtuvo plaza como médica en el Servicio de Digestivo del Hospital de Navarra, puesto en el que permaneció hasta su incorporación como médica de Urgencias y Endoscopia Digestiva en la Clínica IMQ-San Miguel de Pamplona. En 2002 obtiene una plaza en el Servicio de Urgencias del Hospital de Navarra y en 2004 fue nombrada directora del Centro de Investigación Biomédica del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, cargo que desempeñó durante 3 años. En noviembre de 2007 se reincorporó a Urgencias, desarrollando la jefatura del Servicio de forma interina durante unos meses para posteriormente permanecer como médica adjunta hasta su jubilación.
Comenzó su vida activa en el Colegio de Médicos de Navarra en la Junta Directiva presidida por el Dr. Gabriel Delgado Bona, en calidad de vicesecretaria, en el año 2002. En diciembre de 2004 es elegida secretaria general del Colegio, etapa en la que se implicó activamente en el desarrollo y digitalización del Colegio de Médicos de Navarra y en la implantación del Programa de Ayuda Integral al Médico Enfermo (Paime), del que fue responsable. En diciembre de 2008 es elegida presidenta del Colegio de Navarra, labor que desarrolló hasta noviembre de 2015.
Desde la presidencia impulsó, entre otras iniciativas, el Premio Sánchez Nicolay a las Buenas Prácticas Médicas, las becas Senior y Dr. Ignacio Landecho de apoyo a la formación MIR, el Certamen anual de Casos Clínicos y la publicación del libro “Desde el corazón de la Medicina” -en colaboración con la OMC- que recopila el extraordinario archivo documental y bibliográfico del Dr. Gonzalo Herranz.