Dolor lumbar – Píldoras para la salud
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Acerca del proyecto
DOLOR LUMBAR
DOLOR LUMBAR
Dr. Félix Ceberio.
Médico rehabilitador. Pesidente de la Sociedad de Euskal Herria de Medicina Física y Rehabilitación.
¿Cuál es la causa del dolor lumbar?
¿Qué tratamientos hay para el dolor lumbar?
Nota de prensa
Dolor lumbar: “En el 75% de los casos, el dolor desaparece en el plazo de 3 a 6 semanas”
La mayoría de los procesos de dolor lumbar o lumbalgias suelen ser autolimitados en el tiempo. “Es importante que lo conozca la ciudadanía”, subraya el Dr. Félix Ceberio Balda, médico especialista en medicina física y de rehabilitación del Hospital Universitario de Navarra (HUN) y presidente de la Sociedad de Euskal Herria de Medicina Física y Rehabilitación.
“La mayoría de los dolores lumbares -describe- constan de una fase aguda, explosiva, en la que el dolor es muy fuerte y limita mucho la vida y la capacidad funcional”. Después, paulatinamente, con el paso del tiempo y las diferentes actuaciones que puedan ejercer los especialistas, el dolor va remitiendo.
El Dr. Ceberio alude a las estadísticas médicas actuales para destacar que, aproximadamente, un 75% de los distintos procesos de dolor lumbar desaparecen en el plazo de entre 3 y 6 semanas. “Por lo que cuando una persona sufre dolor lumbar debe tener en cuenta que, en la mayoría de los casos, es un proceso autolimitado en el tiempo que desaparece sin dejar secuelas, ni sintomatología alguna”.
Causas y síntomas de la lumbalgia
En muchas ocasiones, el Dr. Ceberio admite que conocer la causa del dolor lumbar puede resultar complejo porque en él pueden intervenir sistemas diferentes, como el muscular, el ligamentoso, el óseo, la médula espinal o las raíces nerviosas.
El paciente suele referirse a la lumbalgia como a un dolor lumbar o localizado en la zona de los riñones. El especialista lo describe como “un dolor que suele ser diario, que aumenta con los esfuerzos, que dificulta las tareas domésticas o la posibilidad de hacer esfuerzos intensos o, incluso, de permanecer de pie o sentado largo rato”.
El facultativo reconoce, en este sentido, que en muchas ocasiones el diagnóstico de su causa “nos cuesta porque puede haber implicación del músculo, del tendón o del ligamento, ya que todas estas estructuras pueden doler”.
Pruebas complementarias para un diagnóstico correcto
Pero gracias a los avances de la tecnología, los médicos rehabilitadores pueden solicitar pruebas complementarias, como una resonancia magnética, un escáner o una ecografía, “que nos ayudarán a establecer un diagnóstico etiológico correcto”, concreta. Porque conocer la causa del dolor por el que el paciente viene a la consulta, asegura el especialista, “nos facilita el establecimiento de tratamientos adecuados a la patología de cada paciente”.
Sin embargo, a pesar de los avances y de la nueva tecnología, en ocasiones, afirma el Dr. Ceberio, “los médicos no somos capaces de establecer el diagnóstico exacto ni el punto concreto donde se origina su dolor. En estos casos intentamos aliviar su dolor por medio de las técnicas analgésicas con las que contamos”.
Un dolor muy frecuente
El Dr. Ceberio recuerda que, tras la gripe y el dolor de cabeza, la lumbalgia es el proceso por el que más personas acuden con mayor frecuencia a las consultas médicas.
“Por desgracia, y este es un debe que tenemos en la medicina, se calcula que entre un 10 y un 12 % de pacientes que debutan con un dolor lumbar inicial, van a ser pacientes con dolor lumbar crónico. De modo que, por muchas terapias que apliquemos, ese paciente va a tener que convivir con dolor de espalda”, indica el especialista.
Tratamientos para el dolor lumbar
Ante un paciente con dolor lumbar, el primer paso del médico rehabilitador es intentar llegar a un diagnóstico etiológico. “Debemos intentar por todos los medios -subraya el Dr. Ceberio- conocer la causa del dolor porque, si la conocemos, el tratamiento será infinitamente más eficaz”.
La pauta inicial para el dolor lumbar agudo suele ser un tratamiento basado en analgésicos antiinflamatorios, calor y reposo relativo. “Al contrario de lo que se recomendaba hace unos años, ahora se ha visto que resulta contraproducente que el paciente con un dolor lumbar agudo permanezca tres semanas de reposo en cama”, detalla.
La persona que sufre una lumbalgia aguda debe tomar la medicación que le prescriba su médico y, posturalmente, debe combinar caminar con permanecer tumbada (no todo el día) y evitar mantenerse sentado o de pie sin moverse.
La utilización de una faja lumbar solo debe hacerse en fases muy iniciales junto a la medicación, recomienda el especialista. No debe llevarse más de 7 o 10 días y solo en los momentos de dolor más autolimitante. “A partir de esas primeras fases, la faja puede ser contraproducente porque va a generar atrofia muscular”, indica el Dr. Ceberio.
Para quitar el dolor en la fase aguda, además de los medicamentos, se pueden añadir terapias mediante técnicas analgésicas de electroterapia, masoterapia o de manipulación, administradas siempre por un experto, u otras técnicas como infiltraciones articulares, miofasciales o tendinosas, recomienda el especialista.
Ejercicio físico en nuestros hábitos de vida
Es muy importante que cuando el tratamiento ya se ha mostrado eficaz y el dolor desparece, el paciente empiece un programa de entrenamiento, tanto de la musculatura abdominal y lumbar como aeróbico. “Debemos mejorar siempre la condición física aeróbica, con o sin dolor de espalda. Siempre debemos incorporar el ejercicio físico a nuestros hábitos de vida”, recuerda el facultativo, ya que, aconseja, “para la espalda es importante realizar estiramientos y ejercicios de potenciación”.
Según explica, en las consultas de rehabilitación, se enseña a los pacientes a realizar los ejercicios de rehabilitación que deben hacer. “De este modo -apunta-, los pacientes mejoran mucho. De hecho, siempre nos comentan que les ha ido bien y nos agradecen lo que les hemos enseñado nosotros o los fisioterapeutas.
Sin embargo, el Dr. Ceberio subraya que “el músculo no tiene memoria. Lo que el paciente ha hecho durante unas semanas le ha ido bien, pero debe continuar. El músculo es un excelente compañero de viaje al que, si le pido trabajo y se lo doy, responde. Me va a ayudar a controlar la espalda sin que me duela, pero, si no lo sigo entrenado, dentro de un tiempo -entre 4 y 5 semanas- lo he perdido todo”.
Por este motivo, el facultativo destaca la importancia, no solo del tratamiento sintomático, sino del mantenimiento físico para la prevención de nuevas recaídas. “Una vez que he sufrido un episodio de lumbalgia, siempre deberé mantener una pauta de ejercicios específicos de espalda y también de ejercicio aeróbico”, afirma.
Una rutina de práctica física semanal que aconseja realizar a todo el mundo, como mínimo, con tres o cuatro sesiones de entre 45 minutos y una hora. “Porque está demostrado -señala- que las personas que se mantienen físicamente activas sufren mucho menos de la espalda que las personas sedentarias”.
Ficha Proyecto
- Nombre del Cliente: arecalde
- Día de Publicación: 23 Mar, 2022
- Categoría: Píldoras para la salud