La carga asistencial, la parada formativa y la gran incertidumbre, factores que han impactado en la salud mental de los MIR en la pandemia.
Expertos reunidos en el Foro “La salud mental de los médicos en formación ante la COVID-19” celebrado durante el IX Congreso Nacional del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), expusieron que la carga asistencial, la parada formativa, la discriminación retributiva, la asunción de responsabilidad, falta de supervisión, la gran incertidumbre, y consecuencias a nivel personal son factores que han impactado en la salud mental de los MIR en la pandemia generando una situación de malestar.
Este encuentro, moderado por la Dra. M.ª Rosa Arroyo, vicesecretaria de la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC) contó como ponentes con la Dra. Carmen Muñoz, jefa del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid; el Dr. Domingo Sánchez, representante Nacional de Médicos Jóvenes y Promoción de Empleo del CGCOM y residente de 5º año de Oncología Médica en el HCUVA; y la Dra. Candela Pérez, médica psiquiatra del Hospital Royo Villanova de Zaragoza y miembro del grupo de investigación de Bioética de Aragón.
Inició el turno de intervenciones la Dra. Rosa Arroyo quien expuso, en primer lugar, que “para los médicos cuidarnos no es una opción, es un deber deontológico, porque el estado de salud mental tiene un alto impacto en la calidad de la atención que proporcionamos a nuestros pacientes”. En este sentido, aludió a las palabras de Esquerda: “reconocer que se necesita ayuda y pedirla, es de valientes”.
“Desde el profesionalismo -manifestó- que implica nuestro compromiso con la sociedad, los Colegios de Médicos pusieron en marcha el PAIME en 1998 y hemos ido incorporando mejoras progresivas al programa en los diferentes contextos, pero sin duda ha sido la COVID_19 el punto de inflexión más relevante y que más ha afectado a la salud mental de los profesionales”.
En esta crisis sanitaria, social y profesional, hay un colectivo donde la situación ha repercutido con más intensidad: los Médicos Internos Residentes (MIR). Para la Dra. Arroyo esto ha ocurrido por dos razones: tenían menos experiencia en el ejercicio profesional, y ha trastocado su importante y limitado tiempo de Formación Sanitaria Especializada, abocándoles a atender casi en exclusiva patología COVID.
“En este Foro tenemos el objetivo de hacer un recorrido por la situación previa a la pandemia, la percepción de los médicos en formación y la importancia de la colaboración multidisciplinar con las Unidades de Prevención de Riesgos Laborales que trabajan con las unidades docentes y con los Colegios de Médicos para proporcionar las herramientas necesarias para proteger la salud mental desde el principio del ejercicio profesional, en los aspectos de la promoción, prevención, atención, tratamiento y rehabilitación para el ejercicio de la medicina”, matizó.
Desarrollo de programas de apoyo/tratamientos específicos para residentes
La Dra. Candela Pérez, durante su intervención, apuntó que la gran incertidumbre, la falta de recursos, la asunción de responsabilidad y menor supervisión, la pérdida y/o cambios en la formación y las consecuencias a nivel personal, son factores que han impactado sobre la salud mental de los MIR durante la pandemia.
Asimismo, hizo referencia a su tesis doctoral “Enfermar es humano: cuando el paciente es el médico” realizada por el Grupo de Investigación en Bioética de Aragón (GIBA) donde se analiza el médico residente como paciente: Análisis del proceso de enfermar, de las cuestiones éticas y formativas, y del futuro desarrollo profesional.
Tal y como se recoge en el estudio el colectivo de MIR es quien sufre mayores tasas de ansiedad (15,8%) y depresión (7,5%) que población general y que médicos en otras etapas profesionales y donde se produce mayor consumo intensivo de alcohol. Esto se produce, tal y como explicó la Dra. Pérez, por los rasgos de personalidad, antecedentes, los cambios personales que se producen en esta etapa formativa, y la adaptación en la práctica clínica.
Cuando los MIR enferman tienden a automedicarse, acudir a consultas informales y pocos contactan con su Médico de Familia, hacen presentismo, la mayoría tienen miedo a perder su formación por cuestiones relativas a la confidencialidad y desconocimiento sobre programas de atención a su salud, tal y como expuso la Dra. Pérez quien abogó por diseñar programas de apoyo/tratamiento específicos para residentes y abordar el reto del paso de estudiantes a residentes y el riesgo de discontinuidad de la atención.
Carga asistencial, parada formativa y discriminación retributiva: situación de malestar en los MIR en la pandemia
Por su parte, el Dr. Domingo Sánchez expuso que la gran carga asistencial, la parada formativa en su residencia y la discriminación retributiva es lo que ha generado una situación de malestar en el colectivo de médicos residentes durante la pandemia de COVID-19.
En su intervención, primero hizo alusión a la situación en la que se encontraban los MIR antes de la pandemia con el estudio en el que participó denominado “¿Se sobrecarga a los médicos residentes? Estudio descriptivo sobre la falta de libranza de guardias de los médicos residentes y análisis de sus consecuencias docentes en la provincia de Valencia”.
Para el experto “el periodo del MIR es un aprendizaje progresivo de competencias en entornos clínicos reales. Durante esta etapa se combinan la parte la laboral y formativa. Si bien, actualmente es por todos sabido que existe un desequilibrio tendente hacia la primera. Esta situación potencia que el estrés esté más presente que nunca”.
Soportar largas jornadas de trabajo, con más de 60 horas en cómputos medios semanales y con elementos de privación del sueño como son las conocidas guardias, “generan -tal y como expuso- un caldo de cultivo donde el estrés es una constante”. Cuando además se añade al mismo “grandes dosis de autoexigencia, miedo al fracaso, estructuras jerárquicas férreas y pocos elementos de ayuda en tu entorno laboral, el resultado no puede ser bueno. De ahí pueden aflorar conductas disruptivas como las adicciones y ser también elementos potenciadores de enfermedades mentales”, dijo.
Asimismo, para analizar como el impacto de la pandemia de COVID-19 en este colectivo aludió al estudio realizado por las Vocalías Nacionales de Médicos Tutores y Docentes y de Médicos y Formación de Empleo Precario sobre la situación de la Formación Sanitaria Especializada tras la pandemia llevado a cabo en plena segunda ola y donde han participado cerca de 3000 médicos jóvenes. “Este documento revela el deterioro en el que se encuentra un sistema de formación que es el resultado de la suma de diferentes acciones concatenadas que han llevado al colapso del sistema de formación sanitaria especializada”, aseguró.
En este sentido, el informe pone de manifiesto que el 80.5% de los residentes han visto deteriorada su formación bastante (40.5%) o mucho (40%), frente al 16,4% que la ha visto poco deteriorada y el 3% que no la ha visto nada deteriorada. Respecto al porcentaje de médicos residentes que han tenido que aumentar su jornada laboral, destaca que el 68,1% lo hizo sin percibir compensación económica al respecto.
“Sobre el impacto emocional de la pandemia sobre los futuros médicos especialistas, el informe arroja que el 98.2% de los encuestados ha percibido impacto emocional debido a la situación de pandemia por coronavirus, y de ellos, el 46.4% cree que esta crisis ha tenido gran impacto en su estado emocional”, explicó el Dr. Sánchez.
Desarrollar programas específicos de prevención y detección de estas patologías con participación tanto de colegios profesionales como de las administraciones sanitarias es clave, tal y como expuso el experto, “para ayudar a mejorar la situación”. Asimismo, apuntó como necesario trabajar también en determinados ámbitos de regulación que deban evitar que tener esas jornadas laborales interminables se vean como algo “normal” y propio de una etapa de formación. “Como profesión debemos ser capaces de poner en evidencia y solucionar. El futuro de nuestra profesión depende en gran medida de ello”, concluyó.
Trastornos de alimentación, adaptación, estrés y ansiedad, los más frecuentes en los MIR
Finalmente, la Dra. Carmen Muñoz durante su exposición abordó los protocolos en la Atención de la Salud Mental, las patologías más frecuentes en salud mental de los MIR, la atención integral del trabajador, la vigilancia de la salud, la especialidad Medicina del Trabajo y los servicios de Prevención de Riesgos Laborales.
Entre los trastornos mentales que más afectan a los MIR apuntó a los de alimentación, adaptación, estrés, ansiedad, hábitos tóxicos, conflictos interpersonales, TDAH y bipolar.
Durante la pandemia varios MIR fueron atendidos en el programa de Atención de la Salud Mental y reacciones emocionales para los profesionales del Hospital Universitario 12 de Octubre, puesto en marcha por el Servicio de Psiquiatría en colaboración del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales. Asimismo, el Hospital Universitario 12 de Octubre cuenta con ayuda del Programa de Atención al Médico Enfermo (PAIME) para aquellos profesionales que soliciten atención psiquiátrica durante la pandemia.
Para la doctora tras la pandemia, especialmente se han visto desfavorecidas las rotaciones clínicas por Servicios que han tenido que paralizar su actividad habitual para centrarse en la atención del COVID-19, la supervisión docente específica de sus rotaciones, sesiones clínicas y docentes también se han visto afectadas porque todos los esfuerzos se han volcado en la pandemia. Para prevenir situaciones que afecten a la salud mental propuso la promoción de hábitos saludables, una supervisión adecuada y el compromiso por parte del residente y figuras docentes.